Pirosis y su tratamiento durante el embarazo
Número 45 - 05/2013
Más del 50% de las mujeres embarazadas sufren pirosis (que consiste en una molestia derivada del reflujo gastro-esofágico) durante la gestación, aunque durante el tercer trimestre del embarazo puede llegar a afectar al 80% de las mujeres. La pirosis produce una sensación de ardor a la altura del esternón, que puede extenderse hacia arriba en dirección a la garganta. Esta sensación puede ser extremadamente molesta, y se produce al contactar los contenidos gástricos ácidos con el esófago, aunque durante la gestación también puede ocurrir un reflujo de contenido alcalino duodenal e incluso bilis.
A diferencia del estómago, la mucosa del esófago no tiene un recubrimiento protector para prevenir los efectos corrosivos de los cambios de pH en su contenido. En consecuencia, la exposición prolongada del esófago a los ácidos gástricos puede tener un efecto corrosivo sobre la mucosa esofágica (o esofagitis), que puede llegar a provocar sangrado y/o estenosis. No obstante, en la actualidad, la aparición de estas complicaciones es escasa, gracias a la existencia de eficaces tratamientos.
Como ya se ha comentado, la frecuencia de la pirosis durante el embarazo es muy alta, pero está directamente relacionada con la edad gestacional, con el número de embarazos previos y con antecedentes de reflujo gastroesofágico. Además, tiene una correlación inversa respecto a la edad materna.
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PROPOSITUS Número 45 – Mayo 2013 (PDF – 61.4 KB)
Pirosis y su tratamiento durante el embarazo